La huella de carbono es una medida que refleja la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente por una persona, organización, evento o producto. Estos gases, que incluyen dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos de nitrógeno (NOx), entre otros, son responsables del calentamiento global y el cambio climático.

La huella de carbono es un indicador ambiental que representa la totalidad de los gases de efecto invernadero emitidos, directa o indirectamente, por las actividades de tu organización. La huella de carbono de cada fuente de emisión se calcula multiplicando el dato de consumo (dato de actividad) por el factor de emisión correspondiente. Los factores de emisión utilizados son proporcionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España (MITECO).

La huella de carbono se calcula sumando las emisiones generadas por diversas actividades, como el consumo de energía, el transporte, la producción y el consumo de bienes y servicios. Esta medición se expresa en toneladas de CO2 equivalente (tCO2e), lo que permite comparar y evaluar el impacto ambiental de diferentes actividades y buscar estrategias para reducirlo.

HUELLA DE CARBONO = Dato de Actividad x Factor de Emisión
La huella de carbono que genera cada fuente de emisión es el resultado del producto del dato de consumo (dato de actividad) por su correspondiente factor de emisión.

El dato de actividad, es el parámetro que define el grado o nivel de la actividad generadora de las emisiones de GEI. Por ejemplo, cantidad de gas natural utilizado en la calefacción (kWhPCS de gas natural).
El factor de emisión (FE) supone la cantidad de GEI emitidos por cada unidad del parámetro “dato de actividad”. Estos factores varían en función de la actividad que se trate. Por ejemplo, en relación a la actividad descrita anteriormente (consumo de gas natural para la calefacción), el factor de emisión para 2022 sería 0,183 kg CO2 eq/kWhPCS de gas natural.

Como resultado de esta fórmula obtendremos una cantidad (g, kg, t, etc.) determinada de dióxido de carbono equivalente (CO2 eq).

Calcular la huella de carbono tiene varias ventajas importantes:

1. Reducción de Costes: Al identificar y gestionar las fuentes de emisiones, las organizaciones pueden implementar medidas de eficiencia energética y optimizar procesos, lo que puede llevar a una reducción de costes operativos.

2. Cumplimiento Normativo: Muchas jurisdicciones están estableciendo regulaciones y requisitos para la reducción de emisiones. Calcular la huella de carbono ayuda a las organizaciones a cumplir con estas normativas y evitar posibles sanciones.

3. Mejora de la Imagen Corporativa: Mostrar un compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones puede mejorar la reputación de una empresa, atrayendo a clientes, inversores y socios que valoran la responsabilidad ambiental.

4. Identificación de Oportunidades de Mejora: El proceso de cálculo permite a las organizaciones identificar áreas con mayores emisiones y oportunidades para implementar prácticas más sostenibles y eficientes.

5. Acceso a Mercados y Financiamiento: Muchas empresas y mercados valoran las prácticas sostenibles. Las organizaciones que calculan y reducen su huella de carbono pueden acceder a nuevos mercados y obtener financiamiento de inversores interesados en sostenibilidad.

6. Preparación para el Futuro: A medida que la preocupación por el cambio climático aumenta, es probable que las regulaciones sean cada vez más estrictas. Estar adelantado en la gestión de emisiones prepara a la organización para futuras normativas y cambios en el mercado.

7. Beneficios Ambientales: Reducir la huella de carbono contribuye directamente a la lucha contra el cambio climático, disminuyendo la cantidad de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera.

8. Engagement de Empleados: Involucrar a los empleados en iniciativas de sostenibilidad puede aumentar su compromiso y motivación, creando un sentido de orgullo y pertenencia en la organización.

9. Ventaja Competitiva: Las empresas que adoptan prácticas sostenibles pueden diferenciarse de la competencia, ofreciendo productos y servicios con un menor impacto ambiental, lo cual puede ser un factor decisivo para muchos consumidores.