El monte de Arcos de Jalón, localidad al sur de Soria, empezó a aquejar el abandono hace más de tres décadas. Su masa forestal se deterioraba por la falta de población y de gestión hasta que, en 2014, dos ingenieros de montes, Ignacio Lafuente y Ángel Ramos, decidieron potenciar el binomio tan bien avenido de naturaleza y personas. Con su empresa Gesforma, iniciaron un proyecto de plantación de encinas y quejigos micorrizados con trufa negra, es decir: provocar la simbiosis entre ambas especies, de tal manera que el hongo aporte al árbol nutrientes minerales o agua y el árbol aporte a la trufa las vitaminas o hidratos de carbono que ella no es capaz de generar.
La explotación fue un éxito, y no solo medioambiental, pues supuso el desarrollo socioeconómico de la zona durante los primeros años gracias al mantenimiento y cuidado de árboles y trufas. Hoy, con la producción consolidada, requiere de un mayor volumen de mano de obra para su recolección, lo que repercute directamente en el empleo. Una muestra de cómo los bosques gestionados de manera sostenible son una de las fuentes de riqueza natural inagotable más importantes que existen en el planeta y de cómo benefician directamente al ser humano en aspectos tan particulares como el rendimiento económico.
El de Arcos de Jalón es un ejemplo de los 50 nuevos bosques que Lafuente y Ramos han creado en España y con los que, además de hacer crecer económicamente a regiones desfavorecidas, han contribuido a mitigar el cambio climático. “Los bosques son nuestros mejores aliados en esta tarea”, reivindica Lafuente. Evitar la deforestación es la única forma de preservarlos para las futuras generaciones y en esa labor, actores públicos y privados, y también los propios ciudadanos, pueden contribuir de diversas formas.
Plantando cara a la Huella de Carbono y Compensando el CO2 con Árboles
Gesforma, afincada fiscalmente en Soria, ha incorporado su servicio CO2 Gestión para empresas que deseen compensar la huella de carbono de sus actividades, apadrinando un bosque o plantando uno nuevo, garantizando siempre la gestión sostenible de los mismos.
Mientras los planes de reforestación en España parten principalmente del ámbito privado, la estrategia forestal de la Administración pública debería centrarse en mejorar la gestión, según Del Campo. “Reforestar es caro y, debido a la situación actual, los fondos públicos deberían destinarse a otras cuestiones sociales como Educación o Sanidad. La fórmula idónea para preservar nuestros bosques pasa por una correcta administración de los mismos, que es más barato, y la concienciación de todos para hacerlo posible”, concluye.